20150210

Dos

Se sentaba frente al atardecer,
contemplaba su estancia en la tierra,
solitaria,
A delinear con sus manos los recuerdos,
recuerdos de sombras que habían arrancado
pedazos de lo que alguna vez fue un corazón.
La noche llegaba y en ella morían los sueños,
el insomnio no era el mejor remedio,
y las ganas de seguir con una vida que hasta hace no mucho
había perdido sentido,
la deriva la llevaba en busca de una brújula,
el compás de un destino que probablemente se había deshecho
en la silueta que se llevo sus pasos.
No era más que cuestión de tiempo.
el sol salía.