No hay un solo silencio en el que no se escuche tu nombre,
todos esos momentos en los que me perdí en tus ojos
fueron la clave para saber que iba a pertenecerte aún sin estar contigo,
ahora mientras camino y recuerdo tu cuerpo
yo siento que he muerto en tu piel y mi corazón se quedó sin nada,
sin nada que no sea tu recuerdo,
donde lloran los vientos que me trajeron tu perfume esta noche fría,
y mientras duermo nunca sueño y la noche no termina,
estoy perdida en tus manos ausentes,
en tu tiempo que se estancó en mi pecho,
y hoy sobre todo si me nombras yo puedo sentirlo,
puedo respirar un poco de ti, en tu fotografía,
y hoy mi sonrisa te cuida invisible en tu dolor contenido,
y hoy mi mirada se consuela con tu sombra seductora
de mis palabras que están en tu bolsillo, susurrándote
un te quiero,
un beso escondido tras tus labios oscuros que secuestraron mi memoria.
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