el mundo sin guardar silencio sabría que tu corazón
es dueño de mi piel como tatuaje que goza en mi sangre,
porque si me quedo sin palabras, las letras de tu nombre
me ayudan a respirar,
porque si me quedo ciega,
tu recuerdo es una luz que me permite avanzar,
hoy sólo somos un pequeño resplandor de felicidad
y aún cuando atardece siempre te pienso,
como una nota musical que aguarda en mi pecho
por ser melodía,
haz estado escondida en mis manos,
aún permaneces ahí,
yo sé que hasta tu lo sabes,
pero hoy sigo adelante aún si te suspiro,
aún si me suspiras,
y en tus pasos yo quiero volver a encontrarme
aún si me consideras un pequeño adorno de la vida,
porque más allá de tu imágen esplendorosa de esta noche
que se ha quedado al costado mis ojos,
hoy sólo simplemente en tu memoria vuelvo a ser
ese resplandor taciturno que dejaste perdido
en la tarde,
que nace y muere en un viejo reflejo de lo que fue tu voz.
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