De fuegos cruzados nace mi alma
como lluvia en tu ventana,
quemando tus sueños,
haciéndote nada.
De noches intensas nace tu infierno
como estrellas en el cielo
volando a tu encuentro.
Te pierdes en espacios profundos,
agudos y tortuosos
y duermes sin tener ojos
porque eres sombra,
tan cruel,
tan despiadada,
y te meces en mis labios
mientras eres la pasión que me condena,
para volver al tiempo
y ser siempre del viento.
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